El ambiente y casi 30 recicladores y sus familias, se benefician con la gestión responsable de residuos de la Gobernación

• La organización Asopunto Verde también hace ruta de recolección en varios barrios, conjuntos, empresas y entidades de Dosquebradas y Pereira.
• Un reciclador de oficio puede generar ingresos entre los 30 y 40 mil pesos diarios.

Evitar que alrededor 473 kilogramos de papel, cartón, vidrio y plástico o PET, llegaran a bosques, fuentes hídricas, a las vías públicas o al relleno sanitario La Glorita y lograr que  fueran reusados y retornaran al ciclo;  es lo que se ha conseguido este año, gracias a la Política de Gestión Integral de Residuos Sólidos, comunes, especiales y peligrosos, generados en todas las dependencias de la Gobernación de Risaralda, que se enmarca en el Sistema de Gestión Ambiental  SGA de la entidad departamental, que coordina Aguas y Aseo de Risaralda en convenio con la Secretaría Administrativa.
 
“El SGA tiene un programa de reciclaje en el marco del Plan Integral de Residuos Sólidos Comunes del departamento, donde se habilitan las cajas en las cuales en cada dependencia se separa y llamamos a las organizaciones de recicladores en proceso de formalización autorizadas por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, para que realicen el aprovechamiento de los mismos”, explicó Jeniffer Arias contratista de Aguas y Aseo de Risaralda y líder del proceso del sistema de Gestión Ambiental de la Gobernación.
 
Pero lo importante de la iniciativa que está reglamentada por la ordenanza 005 de 2017 “por la cual se implementa la Política del Reciclaje y Basura Cero en todas las dependencias del orden departamental”, es que no solo se actúa responsablemente con el ambiente, sino que se apoya a muchas personas y sus familias que derivan su sustento del oficio del reciclaje.
 
Semanalmente antes de la pandemia por la Covid-19 y ahora de forma quincenal los miembros de la Organización de Recicladores Asopunto Verde, hacen la recolección por las diferentes dependencias de la administración departamental, obteniendo un promedio de 200 kilos por ruta, lo que equivale aproximadamente a $90.000 luego de su comercialización.
 
Además cabe destacar que dicha ruta se hace cumpliendo con todos los protocolos de bioseguridad que exigen la contención de la Covid-19 y los que había antes de la aparición de la pandemia, como lo ratifica Diego Abad Garcés, coordinador el área de Salud y Seguridad en el Trabajo de la Gobernación.
 
Jhon Alexánder Fernández, representante legal de la organización de recicladores Asopunto Verde, explicó que “somos una empresa autorizada ante la Superintendencia de Servicios Públicos, y nos encargamos que los residuos lleguen a su destino para su transformación, es decir nos responsabilizamos de la disposición final y el traslado a la empresa para ese proceso de conversión”.
 
La organización Asopunto Verde según su representante cuenta con 27 recicladores de oficio asociados y 5 personas más entre personal en planta y administrativo, e iniciaron su proceso de formalización hace dos años, dando cumplimiento a la ley en atención al Decreto 596 de 2016.
 
El proceso
Durante el recorrido dentro de las instalaciones de la Gobernación, aparte de hacer la recopilación del material aprovechable, se hace el cambio de las bolsas, para la nueva recolección.
 
El material es transportado hasta la Estación de Clasificación y Aprovechamiento ECA o la bodega de Asopunto Verde, que está ubicada en Dosquebradas en la troncal de Occidente en Santa Ana baja en la bodega No.2.
 
Una vez el material está allí, es seleccionado en lo aprovechable y lo que se considera como rechazo o que no puede continuar en el ciclo, y cuando hay una cantidad razonable de todo lo que recauda la organización en sus diferentes rutas, se hace el cargue del camión de acuerdo a unos pesajes estipulados y el volumen que cabe en el mismo, que va en promedio de 2 toneladas para papel y cartón y 5 toneladas para el vidrio.
 
El proceso finaliza cuando se tiene la cantidad de material para transportar y este se lleva a las empresas que lo compran para su posterior transformación.